El Congreso de ATE La Pampa homenajeó a tres mujeres históricas de la vida del sindicato. Ellas fueron fundamentales para sostener los pilares de la lucha y organización a favor de las y los trabajadores. Dora Lopez, Cristina Musso y Mary Carasay fueron aplaudidas de pie.
El pasado jueves durante el Congreso Ordinaro y Extraordinario de la Asociación Trabajadores del Estado fueron homenajeadas las compañeras Dorita, Mary y Cristina (ausente por no estar en la ciudad). reconociendo el valor que cada una de ellas tiene en la vida de este gremio.
Ricardo Araujo, ex Sec Gral de ATE y Actual Sec. Gral. de la CTAA, fue el encargado de decir las palabras alucivas, como dijo Araujo "me atrevo a decirles unas humildes palabras".
"Decia Pablo Neruda en sus Memorias: "pasan los años. Uno se gasta, florece, sufre y goza. Los años lo llevan y le traen a uno la vida. Las despedidas se hacen más frecuentes, los amigos entran y salen de la carcel, van y vienen de Europa; o simplemente se mueren." Comenzó Araujo, y continuó "Claro y ¿que pasa cuando uno mira para atrás esos años? la memoria nos trae los rostros de quienes compartieron ese tiempo. Allí estan todos los rostros y aparecen nítidos, primero los que nos llenaron de satisfacción. No puedo mirar mi paso por la conducción de ATE, sin verlas primero a ellas. Las tres gracias que lograron llenar ese espacio para hacerlo intangible para aquellos que desde todos lados nos quieren destruir. Dorita, firme en su trono de comando de todas las cosas que podían pasar por ese lugar, que ella lo habia transformado en sagrado. Cristina, blanco de todas las críticas y apuntada como la "peor de todas" porque no le perdonaban que hubiera sido la que galvanizo esa conducción. Y Mary, la hacedora, la que arrancaba explicando sus achaques pero era imposible que se quedara quieta."
Araujo continuó con el relato, "Todos hicimos cosas, todos y todas trabajamos, aportamos. Algunos más y otros menos como es siempre. Pero ellas, las tres, Dorita, Cristina y Mary nos hicieron invencibles. Ellas crearon una muralla de protección construida con el respeto que inspiraban y la confianza ciega de la masa de trabajadores y trabajadoras hacia ellas. Nada se podía mover cerca o dentro del sindicato sin que Dorita estuviera enterada y lo controlara. De guardia permanente. Cristina detectaba por instinto toda amenaza ocultaa o aviesa. Jamás se le pasaba una situación, cuando ella decía por ahí no, era que por allí no habia que ir. ¡Mas dura que gallo al horno! La definió un dirigente nacional, que no la pudo convencer de un acuerdo, que la historia posterior demostro que no era bueno. Y Mary, no habia ningun lugar donde ella no pudiera llegar. No había ningun funcionario que no la pudiera escuchar. No habia nada que la podía detener cuando se lo proponía."
Con un salón lleno de emociones, Ricardo cerró su alocución "Y yo comparti la conducción con ellas, tengo ese orgullo. ¡Queridas compañeras, no se si les dije que las llevo en mi corazón!."
Mary Carasay tomó el microfono y llenó de anégdotas el lugar, además dijo que "con Ricardo, los compañeros y las chicas fue una experiencia maravillosa, con gente honesta, trabajadora y sin ni un peso en el sindicato para militar. Estabamos llenos de desafíos" y agregó "sigan luchando por defender los derechos de los trabajadores!"
Entre risas, fotos, lágrimas y abrazos el Congreso les agradeció eternamente haber dedicado su vida para reivindicar y luchar por los derechos de las y los trabajadores estatales.