Encontranos en las redes

Nos acercamos al Centenario de YPF. A valorizar entonces su inmenso historial. Y definir las correcciones impostergables.

El inicio

A lo largo de su existencia, YPF acompañó la batalla por remover las lacras de la dependencia. Una puja aún en curso. En estos 100 años hubo buenos y malos momentos. ¿Qué habrá predominado? Veamos, veamos…

¡¡¡ Honor a los precursores, Julio Krausse, Enrique Hermite, Luis Huergo, Francisco Moreno, José Fuchs!!!

Visión y patriotismo de Hipólito Yrigoyen, quien debió fundar YPF por Decreto. Un Congreso reaccionario frenó durante tres años el proyecto de ley que la creaba.

Enrique Mosconi, custodio de una política nacional y popular. Sostenida en un inagotable despliegue de iniciativas.

Petrolera estatal… una herejía

YPF fue pionera entre las petroleras estatales (por un tiempo la segunda única). Fue antecedente inmediato de la conformación de ANCAP, YPF Bolivia, PEMEX, Petrobras. A su puesta en marcha en 1925 la Refinería de La Plata era una de las 5 mayores del mundo.

Nos dice Mosconi: “No queda otro camino que el monopolio del Estado pero en forma integral, es decir, en todas las actividades de esta industria: la producción, la elaboración, el transporte y el comercio […] sin monopolio del petróleo es difícil, diré más, es imposible para un organismo del Estado vencer en la lucha comercial a las organizaciones del capital privado”.

Se le atribuye a Yrigoyen esta frase premonitoria: «Este petróleo traerá problemas. El país que tiene mucho petróleo, se crea muchos enemigos.» Y así fue. Las principales petroleras (Standard Oil, British Petroleum, Royal Dutch) desataron su embate contra los Gobiernos radicales de los 20´. El golpe de Uriburu tuvo claro olor a petróleo. Mosconi lo repudia y renuncia a la Presidencia de la empresa. Comienza uno de los frecuentados períodos de desguace de nuestra YPF.

La Soberanía y el Art. 40

Un hito indeleble. A impulso de Perón, la Constitución Nacional de 1949 consagra que “Los minerales, las caídas de agua, los yacimientos de petróleo, de carbón y de gas, y las demás fuentes naturales de energía, con excepción de los vegetales, son propiedad imprescriptibles e inalienables de la Nación, con la correspondiente participación en su producto que se convendrá con las provincias”.

 La nacionalización del subsuelo es toda una definición. Fuerte contraste con aquellos países donde el propietario territorial era dueño de las riquezas que subyacían en sus terrenos. En Argentina el agua, los hidrocarburos, los minerales son propiedad del Estado.

Después del 49 vino el 55. Nuevamente a padecer. YPF sufrió el atropello  de los intereses imperialistas y sus cómplices locales.

Los infamantes contratos petroleros de Frondizi. La dignidad de Illia al derogarlos. Páginas de nuestra Historia para no olvidar.

Energía e independencia

Ningún proyecto de Nación puede ignorar la cuestión energética. La sociedad y la economía contemporáneas son energético-intensivas. Absolutamente todo se mueve a electricidad o combustibles (gas, petróleo, carbón, minerales). La Argentina posee ingentes recursos naturales y madurez tecnológica como para encarar soberanamente todos los aspectos de esta problemática. Sin embargo, “vivir se puede, pero no te dejan”.

El estigma de la Dependencia nos ata a una matriz productiva funcional a los intereses de las grandes potencias. Nos quieren atrasados. Exportadores de commodities (agrarios y del subsuelo) e importadores de todo lo demás.

La privatización de YPF

Menem inaugura su Gobierno (1989) con las “desregulazaciones”. Un eufemismo para disfrazar la liquidación de todo lo que tuviera olor a soberanía. Ya en 1992 comienza la privatización lisa y llana de YPF. Se cambia su naturaleza jurídica de Sociedad del Estado a Sociedad Anónima. Finalmente, en 1999 se entrega a REPSOL el 94% de su paquete accionario. Durante 20 años los inversores privados transformaron a YPF en un limón exprimido.

En 2012, Cristina Kirchner expropia el 51% de las acciones en poder de REPSOL. La resultante: una nueva Sociedad Anónima con la coexistencia de los sectores público y privado.

 Como correspondía, Macri y su Ministro Aranguren privilegiaron a la competencia en detrimento de YPF. Que entre 2015 y 2019 redujo su oferta en gas natural del 38% al 29% del total. Y en petróleo del 47% al 43%.

Energía siglo XXI

Más allá de la legislación vigente, los monopolios extranjeros utilizan mil subterfugios para hacerse del producido de la actividad petrolera. Les basta un contrato de locación de servicio o una concesión para hacer y deshacer a su antojo. Habitualmente, los convenios son tales que permiten la explotación del recurso hasta su desaparición.

Antes del advenimiento de los reservorios no convencionales (arenas bituminosas y petróleo de esquisto) se calculaba que hacia el 2050 se agotarían las reservas. Tal perspectiva se ha modificado. Merced a Vaca Muerta, la Argentina dispondría de líquido por 100 años más. Y de gas natural por 200 años. Todo ello de no mediar alguna desmesura extractiva.

Incendios, sequía, inundaciones, sismos, pandemia

Potencias imperialistas baten el parche del calentamiento del Planeta. Los principales contaminadores seriales, devenidos en ambientalistas angelicales. ¿Preocupación genuina o ajuste de cuentas con sus competidores?

Al margen de cualquier consideración subalterna, el problema EXISTE… Nuestra Casa Común está apaleada por depredadores al por mayor. ¡¡¡Algo hay que hacer!!!

 La bajante en el Paraná, poblaciones barridas por las aguas, bosques en llamas, migraciones de especies animales, nuevos virus al ataque… El calentamiento global está tras estas catástrofes de magnitud y frecuencia inéditas.

Nuevos astros en el firmamento

¿Habrá que cambiar la matriz energética? ¿Sustituir los combustibles fósiles, (emisores de gases) por otros limpios?

 Somos una de las principales plazas del metal estrella. El litio. El “combustible” del futuro inmediato. ¿Cómo entonces no hacer sonar el alerta por su exportación a granel por parte de las mineras foráneas? Se llevan por centavos la salmuera en bruto, sin la menor depuración o industrialización en origen.

El litio es un recurso no renovable. Mientras dure, durará. Después escaseará. Los relevamientos actuales indicarían su agotamiento en unos 30 años.¿Qué estamos esperando para definir una política para protegerlo y protegernos?

Distintos sectores impulsamos la conformación de la sociedad estatal Yacimientos Litíferos Fiscales YLF. La reciente constitución de YPF litio suena a medida dilatoria. Que, por añadidura, pondrían nuestro litio al alcance de los Fondos de inversión que detentan acciones de YPF.

En la saga de nuevos combustibles un firme candidato es el Hidrógeno. Pero no cualquier hidrógeno sino el Hverde. Aquel que se obtiene mediante fuentes de energía “limpia”. Los vientos de la Patagonia y el sol quemante de los altiplanos norteños son proveedores inagotables de dicha energía. Todo esto, más la amplia disponibilidad de agua convierten a nuestro país en uno de los mejor dotados para la producción de Hidrógeno. La carrera ya está lanzada y se supone que a 10 años vista los acumuladores de hidrógeno serán materia corriente.

¿Qué implica para YPF recuperar a Mosconi?

La actual YPF está coartada. Su condición de empresa mixta la oscurece. El 51% del paquete accionario es estatal. El 49% privado.

Del 51% público el 26% está en poder del Estado nacional y el 25% pertenece a las Provincias petroleras. Entre ellas mencionemos a Salta, Mendoza, Chubut, Neuquén… Todas bajo el control de sectores complacientes con las corporaciones petroleras. Una de ellas, incluso, coquetea con la secesión. Actúan al amparo de la Constitución del 94. Nacida del Pacto de Olivos (Menem-Alfonsín) provincializó los recursos naturales. Un dispositivo para facilitar su enajenación. Falso federalismo, verdadero cipayismo.

Existe un acuerdo por el que Nación y Provincias deben actuar unificadamente. Pero cómo no recordar el despropósito de la Corte Suprema ante el recurso de CABA por la presencialidad en las escuelas. Bastaría que una Provincia judicialice cualquier situación para pulverizar esta unicidad accionaria.

El Mellon Bank de Nueva York administra las acciones en poder de los grandes Fondos de inversión. Concentra el 42% del total accionario. Una abrumadora mayoría del paquete privado. La revisión de actas de las Asambleas de Accionistas permite comprobar que habitualmente mociones trascendentes se aprueban por unanimidad. Una convivencia amigable de dos conjuntos (el público y el privado) con intereses contrapuestos. Una pregunta elemental, ¿quién gana a costa de quién?

Haciendo números 

Del trajinado Impuesto a las Grandes Fortunas (impugnado por muchos de los “martirizados”) el 25% fue para fondear a YPF. Pudiera ser que algún accionista que maniobrara para no pagarlo haya recibido beneficios en su condición de “copropietario” de la petrolera.

¡Oh sorpresa! YPF está endeudada. Su deuda consolidada es (por lo bajo) de USD 6.400 millones. Los acreedores son Bancos y Fondos de inversión. Varios de ellos (como el inefable Black Rock) sentados en los dos lados del mostrador: accionistas y acreedores.

Pero, cosas de la irracionalidad bursátil, a agosto de 2021, el valor accionario de YPF no llega a los USD 2.000 millones. En Wall Street la acción cotiza a 10 veces menos que en un buen día de hace 5 años. Según los genios de esa máquina de humo, Mercado Libre valdría 50 veces lo que YPF. ¡¡¡El principal activo estratégico de la Nación comparado con una mesa larga y unos cuantos teléfonos!!! Ninguna duda que el valor de sus “fierros” (yacimientos, equipos, refinerías, ductos, laboratorios, surtidores, oficinas) se encuentra innumerables veces por encima de su cotización formal.

Un juicio resarcitorio cursa en los tribunales de Nueva York. El iniciado por el buitre Burford y los Esquenazi con reclamos de hasta USD 14.000 millones. Una espada de Damocles para no despreciar.

En apariencia un buen negocio

YPF compró cientos de miles de las pelotas Messi-AFA en China y Pakistán. Una verdadera pichincha si se lo compara con lo que hubiera costado comprarlas en Belleville (la capital nacional de la pelota de cuero). No es que se nos escape las dificultades para proveer semejante cantidad por parte de las fábricas locales. Pero decididamente a quienes conducen YPF parecieran no preocuparles el Trabajo argentino.

Lo que señalamos en relación a las pelotas se comprueba con creces con la nueva promo de las camisetas de Messi-AFA. En este caso el Negocio quedó para ADIDAS. Que hace años no fabrica absolutamente nada en la Argentina. Imposible soslayar la inmensa capacidad instalada de nuestra industria textil y de vestimenta. ¿Vaya a saber a qué paraíso del trabajo esclavo habrá direccionado ADIDAS este suculento bocado?

La nota en la botella

Escrita hace 100 años llegó a nuestras manos una hoja de papel y un único párrafo:

… “llegué a la conclusión de que tales organizaciones, la fiscal y la privada, no pueden coexistir, pues representan dos intereses antagónicos, destinados a vivir en lucha, de la cual sólo por excepción saldrá triunfante la organización estatal.” Al pie de esta líneas, la inconfundible firma de Enrique Mosconi.

 Más que una opinión es un verdadero MANDATO. Debemos llegar al Centenario (3 de junio de 2022) con una YPF de pie y al servicio de una estrategia soberana. Sin medias tintas. Que, como bien nos avisa Mosconi, serán más temprano que tarde a costa de los intereses de la Nación y del Pueblo argentinos.

Recientes acontecimientos ratifican lo ya sabido. Que en nuestro país el Estado está inficionado por el Poder real.  Aún así somos estatistas. El futuro nos demanda una YPF reestatizada. Una YLF estatal. Un dragado del Paraná, Puertos, balanza y Flota estatales. Una vacuna nacional contra el COVID.

 

Por lo tanto

Volver a Mosconi

Con una YPF 100% estatal

Si tal como dicen nuestra YPF ya no vale nada,

¿qué esperamos para sacarnos de encima “socios” tan costosos?

Y, entonces sí, a celebrar su primer Centenario